lunes, 31 de enero de 2011

Introducción


Para Ernst Gombrich “no existe el arte, sino los artistas”. Y es que antes incluso de nacer aquello que conocemos como «historia» ya constaba entre nosotros (entre los primeros homínidos con interés social y cultural más bien) eso que conocemos como ARTE.
Paralelamente, somos la única especie que dedica su tiempo y energía a algo “inútil” desde el punto de vista puramente práctico. El arte es una de las manifestaciones de la creatividad humana, pero puede considerarse vacía y negativa desde el punto de vista de la supervivencia. Si bien, esta actividad en principio dañina, en realidad es la herramienta con la cual desarrollamos nuestra cultura, nuestra unión y nuestra fuerza como pueblo. Nos divide y separa de unos pueblos; y nos hermana con otros. En esta telaraña que envuelve a nuestras sociedades, a nuestro planeta.
Mucho antes de los trazos de Antemio de Tralles, las partituras de Sebastian Bach, las molduras de Antonio Canova, y mucho mucho antes de las metáforas de Pablo Neruda,  los pliés de Marius Petipa, las pinceladas de Pablo Picasso, los contraplanos de Alfred Hitchcock, las viñetas de Quino y las instantáneas de Steve McCurry, anónimos por todo el planeta representaban sus técnicas de caza en las grutas, percutían sus cuerpos creando ritmos o creaban sus propias cavernas, sin el privilegio de poder plasmar con la escritura sus pericias y por tanto por ello llamados “prehistóricos”. ¿Pero no merecían  acaso ellos el reconocimiento de  ser nombrados artistas?
A lo largo del tiempo el arte se ha clasificado de muy diversa manera, desde la distinción medieval entre artes liberales y artes vulgares (o «mecánicas»), pasando por la moderna distinción entre bellas artes y artes menores o aplicadas, hasta la multiplicidad contemporánea, que entiende como arte casi cualquier manifestación de la creatividad del ser humano. La sucesiva ampliación del listado de las «artes principales» llegó en el siglo XX hasta el número de nueve:
·         El primero es la arquitectura.
·         El segundo es la danza.
·         El tercero es  la escultura.
·         El cuarto es la música.
·         El quinto es la pintura.
·         El sexto es la poesía —entendida de forma amplia como literatura con intención estética, que incluye los distintos géneros del teatro y la narrativa—.
·         El séptimo es la cinematografía.
·         El octavo es la fotografía.
·         Y el noveno es la historieta (o cómic).
Al solapamiento conceptual de términos entre artes plásticas y artes visuales se añadieron los de diseño y artes gráficas. Además de antiquísimas formas de expresión artística como la moda y la gastronomía, actualmente se suelen considerar artes nuevos vehículos expresivos como la publicidad, la animación, la televisión y los videojuegos.

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